Con un show íntimo y muy personal, a sala llena en Bebop Club, por fin tuvimos el placer de escuchar en vivo a Belén Mackinlay, una artista que con su intempestiva búsqueda creativa fusiona la música de raíz con géneros potentes como el jazz y la música clásica, fascinando siempre con su voz arrulladora. En esta oportunidad, acompañaron a Belén: Julieta Lizzoli (piano), Pablo Tozzi (contrabajo), Carlos Rivero (percusión) y Gemma Scalia (violín). En diálogo con Revista Lifestyle, la cantante nacida en Buenos Aires, expresó la gran emoción que siente con la presentación de este show tan especial: «Estaba muy ilusionada de volver a presentarme en vivo , en este espacio tan mágico como es el nuevo Bebop Club. Después de la pandemia, resignificamos muchas cosas. Aprendimos a no dar nada por sentado. Hoy cada encuentro con el público es una fiesta. Los conciertos en vivo tomaron otro valor. Es una experiencia que deseamos mucho transitar. Transformar y transformarnos.»
Gran apasionada de la música argentina, el estilo y el repertorio de Belén ha evolucionado hacia horizontes cada vez más elevados. Su encuentro con el pianista y compositor Juan Estebán Cuacci nos ha regalado una joya para la música de nuestro país. «En el show en Bebop adelantamos algunos temas de Encuentro Sur, mi último disco, que a raíz de que fue editado en plena época de restricciones, no pudimos presentarlo en vivo con su formación completa». No será de la partida Juan Esteban Cuacci, una pieza fundamental de este trabajo, arreglador y pianista argentino que vive en Madrid. Cuacci recién viajará a Buenos Aires en septiembre, así que en ese momento se presentará oficialmente el disco. «Sin embargo, este jueves interpretamos algunos de los temas, en formato de cuarteto. Disfruté mucho de tocar este repertorio tan bello», asegura Mackinlay con gran entusiasmo.
«Tocamos, también, temas de “Trébol Blanco” y “Huella”, mis otros dos discos. Siempre con nuestro sonido tan particular. Buscando la libertad artística que va más allá del género. Cantamos algunos super clásicos como La Pomeña, La zamba del Laurel, o la Mamancy y también otras menos transitadas de autores contemporáneos», subraya.
Muy feliz de presentarse en vivo nuevamente, Belén dijo que «estrenamos un par de nuevas canciones. Me gusta mucho investigar nuevo repertorio. Darle al público, cada vez que viene material nuevo, que preparamos especialmente para esa oportunidad. Me encanta la adrenalina de lo nuevo y la emoción de regalárselo al público.»
Belén no estuvo sola en el escenario del Bebop Club. «Estrené formación, un cuarteto espectacular. En esta oportunidad con dos mujeres músicas, Julieta Lizzoli en el piano y Gemma Scalia en violín, y acompañada por dos bastiones ya casi “vitalicios”: Pablo Tozzi en el contrabajo y Carlos Rivero en la percusión, con quienes tocamos juntos hace ya muchísimos años».
Para terminar, Belén nos invió a encontrarnos en bellas canciones. «Nada más emocionante que compartir la música en vivo. Me da mucha ilusión. Sucede algo muy mágico. La generosidad de cada uno de los músicos, cuando dialogamos con estos temas conmovedores crea momentos únicos e irrepetibles» asegura esta cantante que nos habla con su música y su voz en un lenguaje único.