Por Elena Moreira
Glamour, alta costura y creatividad en el Teatro Colón para la apertura de una nueva semana de la moda en la Argentina. Con un imponente desfile, el diseñador Adrián Brown inauguró la Semana de la Alta Costura de Buenos Aires (SAC) y brilló con sus creaciones de belleza extrema y gran porte.
La gracia, el balance y el amor al cuerpo femenino se traducen en el arte de Adríán Brown en una colección de vestidos de alta costura donde la sublimación del vestir cobra vida en diseños perfectos para mujeres reales. Desde hace años, Brown seduce con su maestría a sus clientas y estilistas que lo elijen por la originalidad y femineidad de sus creaciones.
“Queremos reivindicar a la alta costura con desfiles de gran despliegue, alto impacto y poner en su justo valor a la alta moda, señaló Elina Costantini, quien es la creadora y directora de Semana de la Alta Costura Buenos Aires.
“Tenemos grandiosos diseñadores con mucho talento, debemos reconocerlos, incentivarlos, y que el mundo los reconozca, esa es mi mayor tarea; cómo así también promover el surgimiento de nuevos diseñadores”, resalta Costantini.
En esta primera edición, participarán, además de Adrián Brown, Evangelina Bomparola y Laurencio Adot, y el icónico diseñador Gino Bogani, gran exponente de la alta costura argentina.
Luego del desfile en el Teatro Colón, Elina Costantini, festejó junto a su marido Eduardo Costantini la primera jornada de SAC. Marcelo Tinelli y Paula Robles fueron a apoyar a su hija Juana Tinelli que deslumbró como modelo.
Paula Chaves, Florencia de la V y Maria Belen Ludeña, amigas del diseñador, celebraron desde la primera fila este gran acontecimiento para Brown.
No hacía falta consultar un oráculo porque, generalmente, las palabras llegan solas. Fuerza, finura y autodominio es el mensaje que lo albergó durante los últimos meses de creación y trabajo obsesivo. Esa trilogía sintáctica que irrumpió en el Teatro Colón a todo trasluz, a todo cristal, escamas y explosión de colores que también incluyen los fluorescentes.
«El espacio impone su belleza, imparte el rigor de una casa de alta cultura. Y cuando digo rigor lo relaciono con lo sagrado; el respeto que surge al atravesar las puertas de nuestro panteón cultural, algo así como si lo hiciéramos en una basílica», describió Adrián Brown.
Definir la colección en tres palabras suele ser un juego tirano que el diseñador lo toma y resuelve en el acto: surreal, caótica, perenne. Siluetas dibujadas, capas histriónicas y racimos de recursos que abrazan una idea y logran un objeto tangible.
A Brown lo entusiasma vivir el proceso como un autodescubrimiento, permitirse la sorpresa. Y ahí van rituales y argumentos clásicos, listos para expresar lo humano a través del vocabulario de las texturas y de las formas.
En sintesis, Brown mostró vestidos con alma, perfectos y bellamente confeccionados con géneros exquisitos.
Una colección perfecta para inaugurar esta semana tan importante para la revitalización de la industria de la moda en la Argentina.