Cansada de las terapias convencionales que no aliviaban su sensación de estar sin rumbo ni propósito, Ornella Toulouse descubrió su camino en el lugar menos pensado. Hoy lleva nueve años dentro del mundo de las Constelaciones Familiares, trabajando y capacitándose en distintos diplomados nacionales e internacionales.
Apenas recibió su título de Licenciada en Gastronomía, sintió que algo andaba mal: ya no la representaba. Siguió un gran vacío y desesperación de no saber hacia dónde ir ni qué hacer. “Solo sabía que estaba muy incómoda con mi presente. Tenía muy baja autoestima, al punto de no poder hablar en público o delante de alguien por temor a las burlas. Y la terapia no me ayudaba”.
Al cumplir veinticuatro años, algo la llevó desde Buenos Aires a la provincia de Córdoba, donde se formó como reikista: “En el mismo centro donde cursaba me encontré con las Constelaciones Familiares. Recuerdo el primer taller como un gran día: delante de mí se desplegó una serie de información que hace años buscaba, y quedé sorprendida por la forma en la que se trabajaban los asuntos que les dolían a las personas”.
Fue así como empezó su camino, al principio autodidacta, y después como facilitadora profesional. “Finalmente comprendí el sinfín de lealtades e implicancias familiares que estaba representando sin darme cuenta. Y empecé un largo camino de sanación. Hoy me siento entera, llena de vida y de propósitos, con el rumbo claro y acompañada por la familia que formé. Sobre todo, con la valentía para llevar mi testimonio, mis herramientas, y mi sostén amoroso a las personas que lo necesiten, como yo lo necesité en aquel entonces”.
Empecemos por el principio: ¿Qué son las constelaciones familiares?
Es una terapia que tiene como propósito liberar a las personas de sus miedos, carencias, destinos difíciles, traumas, enfermedades y relaciones problemáticas, entre otros temas. Es una forma de abordar el inconsciente individual y familiar, que pone en evidencia la conexión que existe entre una persona y su familia, en una o varias generaciones. Lo que no se resolvió antes, tratará de repetirse en generaciones posteriores, por amor. Esto hace que quedemos atrapados en situaciones dolorosas, y sin libertad.
¿Por amor?
A grandes rasgos, las constelaciones tratan de comprender la importancia de los órdenes del amor en las personas y en los vínculos, que son tres. LA PERTENENCIA, que nos dice que todos los miembros de una familia tienen derecho a pertenecer al sistema, y que si alguno es excluido, otro miembro tomará su lugar repitiendo su destino. LA JERARQUÍA; los que llegaron antes a la vida, están por encima de los que llegaron después. Y por último EL EQUILIBRIO entre el dar y el recibir en los vínculos. Sin orden no hay amor.
¿Para quién está recomendada esta terapia?
Para toda persona mayor de dieciocho, que no esté bajo tratamiento psiquiátrico con medicación. A lo largo de estos nueve años he atendido muchísima gente de diferentes partes del mundo, que pudieron reconectar con la vida; dejar de estar enfermos, resolver asuntos de falta de dinero, encontrar pareja; migrar, formar una familia, salir de severas depresiones, de ataques de ira… y hasta dejar adicciones, una de mis especialidades. Pero lo que más satisfacción me da es acompañar a padres a comprender los síntomas que expresan sus hijos: los niños son los sensores de la familia. Cuando aparece un síntoma en ellos trabajo con sus padres, para así liberar a sus hijos de cargas que no les corresponden.
¿Cómo es una sesión?
En una sesión representamos a la familia de la persona que viene a consulta, para que mire y tome conciencia de lo que sucedió en el sistema, pueda honrar a los que estuvieron antes; incluir a los que por alguna razón fueron excluidos, y así sentirse libre y en sintonía con su destino.
En las sesiones individuales trabajo con unos palitos de madera que se llaman Vincores, que hacen de representantes. También con unas figuras de goma que uso como anclajes en el piso para que la persona pueda ir ocupando los diferentes lugares, y sentir cómo es cada uno. En los talleres grupales, los representantes de la constelación son las personas del grupo.
¿Cuántas sesiones hacen falta?
Por cada tema solo se necesita una sesión. Y entre constelación y constelación es importante dejar pasar un tiempo. Para las individuales esperamos un mínimo de dos meses, y en las grupales de cuatro a cinco meses. Igual podés seguir asistiendo a talleres grupales y ofrecerte como representante para las constelaciones de otros, para eso no es necesario esperar. Aunque no consteles, siempre vas a estar trabajando, integrando, ampliando tu conciencia y sanando.
¿Contás con un espacio propio?
Sí, y es un lugar creado para RECIBIR, CONTENER Y ACOMPAÑAR, desde el amor y el respeto. Queda en Moreno, provincia de Buenos Aires, y atiendo de lunes a viernes de manera individual y los fines de semana organizo talleres grupales y laboratorios donde abordamos un tema en particular: vinculo con mamá, con papá, con la pareja, con el dinero; éxito en la profesión…. También atiendo online, y en mayo inicio un tour por las provincias, llevando los talleres y vivencias grupales a diferentes partes del país.
¿Dónde te encontramos?
En Instagram, como @constelaciones.ornellatoulouse. Ahí pueden contactarme por privado, y ver los posteos llenos de información clara y sencilla. Tengo varios videos y entrevistas, por ejemplo con la periodista Marcela Tauro, donde profundizamos en distintos temas.
Por: Luciana Garcia Mitre para Revista LifeStyle