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El renacer escénico del Hermes Molaro

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Por Nora Briozzo

La magia del teatro ocurre cuando la palabra se encarna en el cuerpo y el alma de un actor. Hermes Molaro es un artista que nace en esa magia y empieza a conquistar la pantalla. Su reciente participación en Envidiosa, una de las series actuales más vista de Netflix, lo proyecta en la pantalla global, pero su verdadera esencia sigue en el escenario. Recientemente enfrentó un desafío teatral colosal: Protagonizar Así que pasen 5 años, la obra más onírica y enigmática de Federico García Lorca, encarnando al mismísimo poeta. En esta obra entregó una presencia arrolladora con una interpretación visceral, profunda, emocionalmente compleja y llena de matices, llevando al espectador a un viaje emocional con mucho profesionalismo encarnando un desafío formidable para un actor: Habitar el universo poético y simbólico de Federico García Lorca.

Hermes Molaro como García Lorca en Así que pasen 5 años en el Teatro El Cubo

En Así que pasen 5 años, Lorca se aleja de sus tragedias rurales para explorar la angustia existencial y la incapacidad de vivir el presente. El Teatro imposible de Lorca rompe con el tiempo y el espacio, creando mundos donde la lógica se disuelve. Molaro enfrenta así uno de los papeles más desafiantes de su carrera.

Hermes, “Así que pasen 5 años” es una de las obras de Lorca menos conocida pero de una profundidad poética impresionante. Tu interpretación tiene mucha intensidad emocional. ¿Qué fue lo más desafiante de esta obra?

«Aceptar que no todo tiene explicación. Lorca no se entiende, se habita. Aprender a no buscar lógica, sino a través del símbolo, sentir la emoción. Lorca se expresa mucho en símbolos. No preguntarme ¿por qué pasa esto?, sino ¿qué se siente estar atrapado en esta escena?. Este personaje me obligo a enfrentarme a lo inevitable: el paso del tiempo, el deseo, la pérdida. Es un viaje que no deja indemne a nadie.”

Hermes Molaro con 30 artistas en escena recreando el viaje sensorial Lorquiano

Lorca juega con la idea de que el tiempo es una trampa, un enemigo silencioso que avanza sin que el protagonista pueda detenerlo. Esta obra se convierte en un espejo donde el espectador ve reflejada su propia tendencia a postergar la felicidad. Habla sobre el tiempo, el amor idealizado y la imposibilidad de concretar los sueños. ¿Creés que esos temas resuenan en el público actual?

«Absolutamente. Vivimos en una época de hiperconectividad donde estamos hiperestimulados, obsesionados con la IA, con lo que vendrá, con lo que podemos ser o podríamos haber sido. Así que pasen 5 años nos pone un espejo en la cara y nos pregunta: ¿Qué estamos haciendo?, ¿qué estamos esperando?, ¿estamos viviendo realmente o postergamos la felicidad por miedo? Esas preguntas son tan urgentes hoy como lo fueron en la época de Lorca.”

El Prefecto en «Así es si así os parece» de Pirandello busca y encuentra la verdad

 Antes de encarnar a Lorca, en la obra «Así es si así os parece» de Luigi Pirandello, interpretaste el personaje del Prefecto bajo la Dirección de Virginia Landi y Producción de Actuarte Studio en el Teatro Picadilly marcando tu regreso a la Av. Corrientes después de tu paso por “La lección de Anatomía”. Aunque no es el foco central de la obra de Pirandello, el Prefecto interviene en las discusiones sobre la naturaleza de la verdad y la percepción. El Prefecto comparte con otros personajes el interés por la verdad y la necesidad de encontrarla. Si tuvieras la autoridad de ese Prefecto internamente, ¿qué convicción personal desearías interrogar primero para revelar aquello que más temes reconocer de vos mismo?

Creo que, si fuera Prefecto de mí mismo, interrogaría primero esa convicción silenciosa que a veces me susurra: ‘No vales, no sos suficiente’. Esa voz que aparece muchas veces después de un casting, después de un fracaso, ante un objetivo que no salió, antes de un estreno, después de una competencia de natación, una clase que doy o un ensayo, y me hace dudar de mi entrega, de mi talento, de mi derecho a ocupar un espacio en el escenario de mi vida. Me sentaría frente a ese “yo” inseguro y le preguntaría sin vueltas: “¿De dónde venís y que te pasa?, calmate, no jodas y tengas o no tengas razón cerrá la boca antes de hablar mal de mí” Me pondría los puntos. Está bien muchas veces parar un poco y ponerse lo puntos a uno mismo, pararse el carro cómo se dice. Creo que todos tenemos en mayor o menor medida un autoboicoteador interno que hay que aprender a domesticar. Siento que detrás de un triunfo late el miedo al ridículo, al vacío de aplausos que no llegan, a esa sensación de haber traicionado las propias convicciones. Al encarnar al Prefecto, aprendí que preguntar es arrojar luz sobre lo oculto. Así que le pediría a ese yo inseguro que ofrezca sus pruebas, sus anhelos más íntimos, y que me muestre el lugar exacto donde se esconde la sombra del “No vales, no soy suficiente”. Y en seguida, cuando esa convicción se enfrente a un juicio real y certero, le ofrecería mi compasión: le diría que reconocerla no es un acto de debilidad, sino de valentía. Que solo al mirarla a los ojos se puede transformar en la fuerza que impulsa a ser más genuino, más libre, más presente. Porque, al final, la verdad que más tememos descubrir es también la que más puede liberarnos.

 

Hermes Molaro en el Campeonato Sudamericano de Natación Master 2024 representando a la Argentina

Además de actor practicaste Natación toda tu vida, sos Nadador Federado, y representaste a nuestro país en el último Campeonato Sudamericano de Natación. Cómo deportista, ¿Que se siente representar a la Argentina y vestir la celeste y blanca en una competencia internacional?

Fue hermoso y un pendiente que tenía con este deporte que amo. Entonar las estrofas del himno nacional argentino, vistiendo la camiseta de tu país, es impagable. En mi caso particular por mi deporte, es la bandera argentina en mi gorra de competición. Viví sin lugar a dudas una experiencia inolvidable que me nutrió cómo ser humano con los valores del deporte para el resto de mi vida.

Molaro fue el Guardián y Protector de la 2º Temporada en Envidiosa de Netflix

Quiero que me cuentes la experiencia de NETFLIX en ENVIDIOSA, porque vos sos multifunción, pasas de representar a la argentina en Natación en el Campeonato Sudamericano, a actuar Pirandello en la Calle Corrientes, a ser Federico García Lorca y de ahí a la serie más vista de Netflix. ¿Cómo fue esa experiencia?

Trabajar en el set de Envidiosa fue un golazo de entrada. Descubrí un equipo donde todos tiran para el mismo lado y se sienten las ganas de laburar en el aire. Es mi primera vez en Netflix y después de mis raíces teatrales, llegar a un proyecto que está entre lo más visto en Argentina y el mundo fue una sorpresa hermosa. Me recibieron con mates y risas, pero también con un profesionalismo de primera. Nunca faltó el saludo cálido y esa sensación de estar en familia. Fue un balance perfecto, sentía la magia del teatro trasladada a cámaras, pero sin perder ese calor humano que tanto valoro. Salí más enamorado de este oficio que nunca y con ganas de más. Cuando salí del set me quedó algo muy claro: en Netflix aprendí que la grandeza de un proyecto se mide no solo por su presupuesto, sino por la calidad humana de las personas que lo hacen posible.

Hermes Molaro con sus alumnos del ISER

Tenes una faceta de Maestro también y cumplís 10 años cómo Profesor de Interpretación, Locución y Oratoria en el ISER, cuna de profesionales de la comunicación que conquistan pantallas y micrófonos en todo el país. Si tuvieras que señalar el momento o la lección más reveladora en todo este tiempo. ¿Cuál fue tu máximo desafío y aprendizaje en estos 10 años?

Conectar de verdad a través de la palabra. Siento que cada escenario que habité, cada estudiante que escuché y cada palabra que pronuncié me regaló una lección distinta sobre el acto más precioso: comunicarnos de verdad. Mi mayor desafío no fue preparar contenidos ni actualizar métodos: fue equilibrar mi pasión por la actuación y la locución con la responsabilidad de ser un guía para tantos. Hubo momentos en que me encontré actuando en un escenario importante de Buenos Aires y, al día siguiente, debía llegar con la misma energía a un aula del ISER. Mantenerme creativo, a la vez que paciente y disponible para cada consulta, fue un ejercicio constante de auto­gestión: nutrir mis propias fuentes artísticas sin descuidar la llama de la vocación docente.

¿Que se viene para el futuro Hermes y donde te vamos a ver?

Estoy ensayando la Obra teatral de Gregorio de Laferrère ¡Jettatore! en el personaje de Don Rufo bajo la Dirección de Virginia Landi y Producción de Actuarte Studio. Viví una experiencia muy linda con ellos haciendo Pirandello y es muy atractivo volver a laburar juntos esta vez para dar vida a un clásico argentino. Ya comenzaron los ensayos en el Paseo la Plaza de la Av. Corrientes donde vamos a estrenar. Ese es el futuro próximo de este año que aspira también a seguir siendo prometedor.

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