Perturbadoras, complejas y muy bien escritas, así son estas series de distinta procedencia que demuestran que la buena televisión no es patrimonio de los norteamericanos (ah, y están todas en Netflix)
Borderliner es una serie noruega que cuenta la historia de un policía que acaba acusar a uno de sus compañeros de asesinar a una joven. Mientras Asuntos Internos investiga, deciden mandarlo a su pueblo natal hasta que las cosas se calmen ya que a sus propios compañeros, no les gusta demasiado que haya denunciado a otro policía. Allí, lo que se supone sería una estadía sin mayores sobresaltos se transforma en una pesadilla donde toda su familia termina involucrada en una red de tráfico de drogas. Los policiales escandinavos, ya sea en libros, series o películas tienen ese clima tan particular como inconfundible. Personajes cotidianos que se ven atrapados en situaciones que los llevan a sacar lo mejor y lo peor de cada uno.
Trapped se desarrolla en un pueblo portuario de Islandia. Si en su capital, Reykjavik viven pocas personas, imaginen acá. Todos se conocen y, como dice el dicho, pueblo chico, infierno grande. La serie arranca con un cuerpo que aparece sin cabeza ni extremidades, flotando cerca de la costa. Coincidentemente, un crucero llega al mismo tiempo por lo cual suponen que el cuerpo viene de allí. En el medio de esa trama, algunos muertos (uno de hace muchos años), infidelidades, un divorcio conflictivo y negocios turbios que involucran la trata de blanca y el asilo político. Y como si esto no fuera suficiente, todo el tiempo nieva y hace mucho frío. Lo único difícil es ¡recordar los nombres de los personajes!
Con nombre de telenovela italiana de dudosa calidad aparece Marcella, un fantástico policial británico, oscuro y complejo, protagonizado por Anna Friel y escrito por Hans Rosenfeldt creador de Broen/Bron, serie escandinava más conocida por su versión norteamericana llamada The Bridge. Marcella es una policía de homicidios quien, tras haberse tomado un tiempo por problemas personales, vuelve a su trabajo para pescar a un asesino. Pronto, ella descubrirá que esa muerte tendrá mucho que ver con su ¿ex? marido. Para colmo de males, Marcella sufre de unos peligrosos episodios de violencia de los que no recuerda nada cuando pasan.
Silvina Reusmann