La campaña de la colección Crucero 2025/26 de CHANEL se despliega a orillas del Lago de Como. La sensibilidad de Mario Sorrenti prolonga la magia del desfile presentado el pasado abril en la Villa d’Este, joya de la arquitectura renacentista y legendario refugio para los amantes de Hollywood. Con este suntuoso telón de fondo, Alix Bouthors, Ida Heiner y Xu Wei dan vida a una serie de imágenes cinematográficas que encarnan el espíritu de esta colección Crucero, en una auténtica oda al chic resort y a la dolce vita.
Todo comienza con cierta suavidad. Un cuello marinero adorna un abrigo de tweed crudo, ceñido como una bata sobre un bañador drapeado. Un conjunto vaquero amarillo pálido, adornado con cuentas rosas y una camelia de seda —emblema de la Maison—, evoca la luz del sol. Cada silueta explora una variación del vestuario de verano y reinterpreta con alegría los códigos de CHANEL. Rayas, a veces blancas sobre azul marino, a veces terracota sobre un polo de algodón, acentúan las tardes junto al agua. Una túnica y un pantalón de seda blanca y azul marino ofrecen una interpretación fluida del clásico bicolor.
Luego vienen el glamour y la celebración. Las siluetas de noche son más preciadas: un vestido corto de encaje blanco y negro captura la luz, mientras que un vestido de cuero revela la espalda y los hombros con una elegancia escultural.
El arte del contraste estructura toda la campaña: negros impactantes y blancos iridiscentes, delicadeza y brillo, líneas puras y detalles lujosos. Los accesorios intensifican esta partitura visual. Mules de charol, gafas de sol negras extragrandes, bolsos tote de rafia tejida y mini bolsos CHANEL 25 en amarillo incandescente: elementos todos ellos sinónimos de una escapada de ensueño.
Esta campaña es una celebración de la elegancia atemporal, de un estilo de vida bañado por la luz del Lago de Como y la atmósfera legendaria de la Villa d’Este.
