Inicio BELLEZA&BIENESTAR La Felicidad, ¿Existe?

La Felicidad, ¿Existe?

1170
0

¿Qué podemos considerar que nos dará Felicidad? ¿Ser Feliz depende de los demás o de alguien en especial? La Felicidad, ¿es un engaño, una fantasía o es una realidad en el ser humano? y porqué no preguntarnos también ¿es posible ser Feliz ? y además, ¿qué es la Felicidad?. Cuantas cosas más podríamos preguntarnos y preguntar a religiosos, filósofos, humanistas, científicos, etc. Tal vez las respuestas de cada uno de ellos diferirá enormemente unas de otras, porque si hay algo que nos cuesta definir certeramente es a la Felicidad. Apelando a la Sabiduría Arcaica, tal vez encontremos el hilo dorado que nos saque del Laberinto de la duda que nos sume en este incógnito.

Si miramos a nuestro alrededor, lo más probable es que no veamos ningún motivo para ser Feliz, el dolor y las miserias de todo tipo ahogan a toda la raza humana y por ende a los animales de todas las especies. A lo largo de una vida, pasamos momentos de alegría y contentos como también emociones que llegan al histerismo, pero, todos ellos pasan raudos por nuestras vidas, ninguno permanece de manera permanente. La vida humana se entrelaza constantemente con momentos dolorosos y eufóricos, pero en el horizonte de cada vida individual, la anhelada Felicidad se muestra esquiva, incierta y hasta totalmente ausente. Todo ser humano, siente en su fuero interno que su meta más importante en la vida es ser Feliz, y hacer Feliz a aquellos que ama y, si puede, al mundo entero.

El camino de la meditación

 

Este sueño, ha sido la búsqueda más importante que comenzaron hombres en el pasado y se internaron en los recónditos misterios del «Sí Mismo», o sea, «el viaje interior», porque se dieron cuenta que en el mundo físico la Felicidad no parecía existir y si existía estaba fragmentada en pequeñas o grandes alegrías que son impermanentes. Esos hombres siguieron en el Silencio y la Soledad, su Voz Interior, que los guió por los Senderos de la Meditación, despertando en ellos la más elevada Devoción, y penetraron munidos de esa fuerza interior en los recintos de la Mente, pero no de esa mente pasional e instintiva, sino de la que reina como Alma en cada ser humano, ese contacto, esa unión, es Samadhi, es la iluminación y el estado de perpetua Felicidad que va en aumento, a medida que el Meditante sigue escalando los estados de Samadhi más elevados. Esa, es la auténtica Felicidad, y es la que comparte con la raza humana y a la vez enseña cómo llegar a ella, eso hizo Buddha, una vez que él llegó al más elevado estado que culminó con Nirvana, desató todas esas ataduras que lo vinculaban con la materia y enseñó por muchos años, la base más importante para lograr ser Felices en la perpetuidad de nuestra Espiritualidad, toda su enseñanza la resumió en «Las Cuatro Nobles Verdades Y El Óctuple Sendero», ese es el punto de partida, es el Sendero y lograrlo es la Libertad, y esta Libertad es la que buscamos todos los seres humanos, porque ser libres de los egoísmos y los apegos que enferman al Alma, es en realidad el estado más Devocional, es en sí misma la más auténtica Felicidad, «la Felicidad, es el Tesoro del Alma», la única riqueza que debemos atesorar en nuestro corazón, la única que vale alcanzar y que vale todo el sufrimiento que como humanidad hemos tenido y tenemos que afrontar.

 

Por Manuel Fernández

Integrante del Centro de Estudios de la Teosofía Original

http://teosofiaoriginal.com.ar/